Más de 130 países se verán afectados por la reciente decisión de Donald Trump
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció el 2 de abril de 2025 una nueva serie de aranceles sobre productos provenientes de diversos países, con tarifas que varían dependiendo del país. Esta medida ha generado reacciones mixtas tanto dentro como fuera de Estados Unidos, y podría tener repercusiones económicas globales significativas. Las naciones afectadas incluyen a México, China, la Unión Europea, y otros socios comerciales clave.

Trump, quien asumió su segundo mandato en enero de 2025, ha implementado estos aranceles como parte de su estrategia para proteger la economía estadounidense y corregir lo que considera prácticas comerciales desleales por parte de algunos países. Según la Casa Blanca, la imposición de estos aranceles tiene como objetivo reducir el déficit comercial y frenar lo que Trump califica de «competencia desleal».
A diferencia de la imposición de tarifas generalizadas, los aranceles aplicados varían según el país. Por ejemplo, mientras que a naciones como México y China se les aplican tarifas más altas, otros países, como Costa Rica, enfrentan tarifas más bajas. Estas diferencias reflejan acuerdos bilaterales y el nivel de relaciones comerciales con cada nación. La variabilidad de los aranceles ha generado incertidumbre, especialmente en países que se consideran aliados comerciales cercanos de Estados Unidos.
Los productos afectados por estos aranceles incluyen acero, productos electrónicos, alimentos, maquinaria y vehículos. Esta amplia gama de tarifas ha generado preocupación entre las empresas de ambos lados de la frontera, ya que las cadenas de suministro globales se verán alteradas, lo que podría generar aumentos de precios tanto para los consumidores estadounidenses como para los productores extranjeros.
A nivel global, las reacciones a los aranceles han sido principalmente negativas. La Unión Europea ha expresado su preocupación y ha señalado que tomará acciones legales ante la Organización Mundial del Comercio (OMC). Por su parte, China ha advertido que podría tomar represalias, lo que podría intensificar las tensiones comerciales. En México, la presidenta Claudia Sheinbaum ha criticado duramente las medidas, afirmando que afectarán tanto a su economía como a la de Estados Unidos.
El impacto en otros países ha sido variado, pero todos comparten la preocupación de que estos aranceles podrían alterar sus relaciones comerciales a largo plazo con Estados Unidos, especialmente en sectores clave como la automotriz, la tecnología y la agricultura.
Los consumidores estadounidenses podrían enfrentarse a aumentos en los precios de varios productos importados, lo que afectaría especialmente a los hogares de clase media y baja. Los productos electrónicos, alimentos y vehículos importados podrían experimentar aumentos de precios debido a las tarifas adicionales, lo que contribuiría a una posible inflación.
Las empresas que dependen de materias primas extranjeras también podrían verse afectadas, ya que las tarifas incrementarían sus costos de producción. Sin embargo, algunos sectores industriales dentro de Estados Unidos, como la producción de acero, han respaldado estas medidas, argumentando que las tarifas son necesarias para proteger las industrias nacionales.
Aunque Trump defiende sus políticas como una forma de asegurar el bienestar de los trabajadores estadounidenses, la comunidad internacional sigue monitoreando las posibles consecuencias a largo plazo. Las políticas proteccionistas podrían aislar a Estados Unidos de sus principales socios comerciales y empeorar las relaciones con las economías más grandes del mundo.
Abigail Ortiz
Periodista | Fundadora de Not Found Press
Instagram: @abi_0rtiz36